Te Ven Como Necesitan Verte

En el mundo actual, nuestras percepciones son poderosas, y son capaces de dar forma a nuestra realidad. Sin importar cuánto te esfuerces por ser auténtico, las personas a menudo te perciben a través del filtro de sus propios miedos, deseos y expectativas. Esta distorsión no solo afecta la forma en que los demás te ven, sino también cómo te ves a ti mismo. Imagina que te encuentras en una habitación llena de espejos deformantes, donde la imagen que ves depende del ángulo en el que te encuentras.

¿Por qué las personas te ven como necesitan verte?

Visualiza que cada persona lleva unas gafas con cristales de colores distintos. Cada cristal refleja sus experiencias, temores y deseos. Cuando alguien te observa, no ve quién eres realmente, sino cómo encajas en su propio mundo. Si necesitan un héroe, te verán como uno. Si buscan a alguien en quien proyectar sus frustraciones, es probable que te perciban como el villano.

Ejemplo 1: La pareja ideal o el villano

En una relación de pareja, al principio es común idealizar a la otra persona. Si tu pareja busca estabilidad, cariño y apoyo, es probable que te vea como la fuente inagotable de todo eso, aunque no seas exactamente así. Te suben a un pedestal, viéndote como la solución a sus problemas emocionales. Sin embargo, si con el tiempo surgen inseguridades o problemas no resueltos, las mismas cualidades que antes admiraban pueden volverse en tu contra. Pasas de ser el protector a ser el controlador, o de darles libertad a ser percibido como alguien que los abandona.

Es crucial comprender que muchas veces la imagen que los demás tienen de ti no refleja quién eres, sino lo que necesitan ver en ese momento. Este ciclo puede resultar agotador, ya que te esfuerzas por mantener una imagen que no es la tuya, perdiendo poco a poco la conexión con tu verdadero ser.

Ejemplo 2: El jefe exigente o el mentiroso

En el ámbito laboral, imagina que tienes un jefe que te percibe como la persona de confianza para sacar adelante los proyectos. Te asigna responsabilidades, buscando la tranquilidad de que todo estará bajo control. Pero cuando algo sale mal, es posible que te culpen por no haber cumplido sus expectativas, aunque hayas dado lo mejor de ti con las herramientas disponibles.

El problema no es tu desempeño, sino las expectativas poco realistas que se proyectan sobre ti. Pasas de ser el empleado estrella a ser visto como alguien en quien no se puede confiar. Esto puede generar dudas sobre tu capacidad y disminuir tu autoestima.

¿Cómo afecta esto a tu autoimagen?

Cuando te encuentras en situaciones donde los demás te ven de una manera que no se alinea con cómo te percibes, es normal dudar de quién eres. Comienzas a cuestionarte: “¿Realmente soy la persona egoísta que dicen?” o “¿Soy tan débil como me hacen sentir?”. Estas dudas pueden minar tu autoestima, llevándote a adaptarte a percepciones ajenas, incluso cuando no son ciertas.

Es como si poco a poco te estuvieras colocando las gafas de los demás, olvidando que tu visión es la que realmente importa. Actúas en función de lo que los demás esperan de ti, distorsionando tu identidad. Este proceso no solo es agotador, sino que también te aleja de tu auténtico ser.

Ejemplo 3: La amiga incondicional

En una amistad, es posible que seas esa persona a la que siempre acuden cuando necesitan desahogarse, pero rara vez eres quien ocupa su pensamiento en momentos de celebración. Te ven como el “hombro en el que llorar”, sin recordar que tú también tienes emociones y necesidades. Esta dinámica puede llevarte a sentirte agotado y poco valorado si no se maneja de manera adecuada.

La solución: Establecer límites saludables

Es vital comunicar tus sentimientos, establecer límites claros y recordar que una amistad debe ser un intercambio mutuo, no una vía de un solo sentido. No se trata de cortar la relación, sino de encontrar un equilibrio que respete tus necesidades tanto como las de la otra persona.

Ejercicio práctico: Rompe el espejo de las percepciones

Un ejercicio simple pero poderoso para empezar a desmantelar esas percepciones externas y reconectar con tu verdadera identidad:

1. Escribe tres cosas que las personas suelen decir de ti y que sientes que no son ciertas. Ejemplo: "Eres demasiado sensible" o "Siempre quieres controlar todo".

2. Reflexiona sobre esas afirmaciones. ¿De dónde vienen? ¿Qué experiencias pasadas podrían estar influyendo en la percepción de los demás?

3. Anota tres afirmaciones que reflejen mejor quién eres realmente. Por ejemplo, si alguien te dice "Eres demasiado sensible", podrías escribir "Soy emocionalmente consciente y empático".

4. Repite estas afirmaciones todos los días, especialmente cuando sientas que las percepciones ajenas están afectando tu autoestima.

Este ejercicio no solo te ayuda a eliminar las percepciones negativas, sino que te permite reafirmar tu identidad desde tus propios valores y creencias. Es un paso crucial para recuperar tu autoestima y vivir según tu verdad, no la que los demás intentan imponerte.

¿Cómo liberarte de las proyecciones ajenas?

El primer paso para liberarte de las percepciones ajenas es reconocer que esas proyecciones son más sobre los demás que sobre ti. No es sencillo, pero una vez que lo comprendes, puedes empezar a poner límites y proteger tu identidad.

1. Identifica las proyecciones: Reflexiona sobre las situaciones en las que te has sentido incomprendido o injustamente juzgado. ¿Qué patrones encuentras? ¿Qué personas tienden a verte de una manera que no coincide con quién eres?

2. Ponte en sus zapatos: Trata de entender de dónde provienen esas proyecciones. ¿Qué experiencias, temores o necesidades están influyendo en su percepción? Comprender el origen de la proyección te ayuda a no tomarlo de manera personal.

3. Reafirma tu identidad: Enfréntate a esas situaciones recordando quién eres realmente. Puedes usar las afirmaciones que creaste en el ejercicio anterior.

4. Comunica tus límites: No tengas miedo de hablar y establecer límites claros. Explica cómo te sientes y qué necesitas para que la relación sea más equilibrada. Aunque al principio pueda resultar incómodo, es esencial para tu bienestar emocional.

5. Rodéate de personas que te vean por quién eres: Busca relaciones en las que te sientas apreciado por lo que realmente eres. Estas relaciones te proporcionarán un refugio donde puedes ser tú mismo, sin la presión de cumplir con expectativas ajenas.

Ejercicio de empoderamiento personal

Para mantenerte firme en tu identidad, realiza este ejercicio:

1. Haz una lista de tus valores fundamentales. ¿Qué es lo que realmente te importa? ¿Qué cualidades aprecias en ti mismo, independientemente de lo que otros piensen?

2. Visualiza una situación en la que sientas que alguien te está proyectando sus necesidades. ¿Cómo reaccionarías si actuases desde tus valores fundamentales, en lugar de adaptarte a sus expectativas?

3. Practica visualizar esta situación todos los días durante una semana, hasta que te sientas cómodo respondiendo desde tu verdadera identidad, no desde la imagen que otros tienen de ti.

Tu verdadero yo

Las personas te ven como necesitan verte, pero eso no define quién eres. Tú eres la única persona que realmente sabe quién eres, y tienes el poder de decidir cómo vivir tu vida. No te dejes atrapar por las proyecciones ajenas. Reafirma tu identidad, establece límites y rodéate de personas que te valoren por lo que realmente eres.

Si sientes que estas proyecciones están afectando tu bienestar emocional, considera hablar con uno de nuestros terapeutas en HolaTerapia. Entendemos lo difícil que es lidiar con las percepciones ajenas y mantener una imagen auténtica de ti mismo. Nuestros expertos te ayudarán a reconectar con tu verdadero yo, fortalecer tu autoestima y proporcionarte herramientas para establecer límites saludables. Juntos, podemos trabajar para deshacer esas proyecciones externas y descubrir quién eres realmente, liberándote de las etiquetas impuestas por los demás.

¿Estás listo para empezar este viaje de autodescubrimiento? ¡Haz una cita hoy mismo y da el primer paso hacia una vida más auténtica y plena!

Romina Di Stéfano
Creadora de HolaTerapia