Tomar DECISIONES, sin Deshojar Margaritas
Aprende cómo tomar decisiones con seguridad y claridad, superando el miedo, la parálisis por análisis y el perfeccionismo. Decidir es vivir plenamente.


¡Hola a todos! Hoy quiero hablarles sobre un tema que está presente en cada momento de nuestras vidas: las decisiones. Desde elegir qué desayunar hasta tomar esas decisiones cruciales que pueden cambiar el rumbo de nuestra existencia, como mudarnos a una nueva ciudad, comenzar una relación o terminarla.
¿Alguna vez te has detenido a pensar cómo tomas decisiones o por qué, en ocasiones, preferimos evitarlas? Acompáñame en este recorrido para descubrir lo que realmente sucede en nuestro cerebro cuando enfrentamos una elección, y entenderemos por qué a veces nos cuesta tanto decidir. Además, te compartiré algunas estrategias para que puedas decidir con más seguridad, sin miedo y con claridad.
Las Decisiones: Qué Son y Por Qué Son Tan Importantes
Hablar de decisiones es referirnos a algo mucho más profundo que simplemente elegir entre varias opciones. Decidir es asumir la responsabilidad de la dirección que tomamos en nuestra vida. Cada vez que decidimos, estamos dejando ir otras alternativas, y aunque esto pueda sonar como una pérdida, lo cierto es que estamos ganando claridad, propósito y, sobre todo, un camino hacia adelante.
Imagina que tu vida es un barco. Cada giro en el timón es una decisión que nos lleva hacia un destino. Ahora bien, ¿qué sucede si no tocas el timón? El barco se queda a la deriva. Y ahí entra lo que llamamos el "costo de no decidir". Si no tomamos el control, dejamos que las circunstancias o el azar marquen el rumbo, creyendo que "nada cambia", pero en realidad, alguien o algo más está tomando las decisiones por nosotros.
Qué Pasa en Nuestro Cerebro Cuando Decidimos
Nuestro cerebro tiene dos componentes esenciales cuando tomamos decisiones: el córtex prefrontal y el sistema límbico. En términos sencillos, uno es el "racional", que toma en cuenta el futuro, y el otro es el "emocional", que busca satisfacción inmediata.
El córtex prefrontal es el encargado de analizar, evaluar y planificar. Es como el capitán que asegura que nuestras decisiones estén alineadas con nuestros objetivos a largo plazo. El sistema límbico, por otro lado, es el lado impulsivo, que actúa buscando gratificación instantánea sin considerar las consecuencias futuras.
El truco para tomar buenas decisiones radica en equilibrar estas dos fuerzas. Si solo escuchamos al córtex prefrontal, nos volvemos demasiado fríos y calculadores, alejándonos de lo que realmente nos apasiona. Si solo seguimos al sistema límbico, podemos dejarnos llevar por impulsos que, aunque agradables en el momento, nos dejan con arrepentimientos más tarde.
La clave está en encontrar la coherencia, un balance entre el análisis racional y las emociones, para que nuestras decisiones nos lleven a una vida más plena y satisfactoria.
¿Por Qué Nos Cuesta Tanto Decidir?
Todos hemos pasado por momentos de duda. Sabemos lo que queremos, pero algo nos frena. ¿Por qué es tan difícil tomar decisiones? A continuación, te cuento tres obstáculos comunes y cómo superarlos:
Miedo al Fracaso El temor al “¿y si sale mal?” puede paralizarnos. Sin embargo, equivocarnos es parte del proceso de aprendizaje. Cada error nos ofrece una lección que nos acerca a la mejor versión de nosotros mismos.
Ejercicio: Haz una lista de decisiones que consideras "errores". Anota tres lecciones que aprendiste de cada una. Verás cómo esos momentos fueron esenciales para tu crecimiento.
Parálisis por Análisis A veces nos perdemos entre un mar de pros y contras, lo que nos deja agotados. Este fenómeno, conocido como parálisis por análisis, ocurre cuando sobrecargamos nuestro cerebro con demasiada información.
Tip práctico: Si tienes varias opciones, descarta las que menos te interesan y quédate con tres. Haz una lista rápida de pros y contras y decide en 5 minutos. La clave es simplificar.
Perfeccionismo El deseo de tomar la decisión “perfecta” puede inmovilizarnos. Sin embargo, la perfección es el enemigo de la acción. Esperar que todo sea perfecto solo retrasa el progreso y nos impide aprovechar las oportunidades.
Si sueñas con iniciar un negocio pero esperas tener todo impecable antes de comenzar, lo más probable es que sigas esperando. Mientras otros se lanzan, aprenden y mejoran sobre la marcha.
Qué Pasa Cuando No Decidimos
Aquí está la gran sorpresa: no decidir también es una decisión. Evitar tomar una elección nos deja a merced de las circunstancias, el tiempo o incluso de otras personas. Si decides no cambiar de trabajo, es probable que el cambio llegue por iniciativa de otro. Y, al final, podrías sentir frustración o resentimiento por no haber tomado el control.
Al final, no decidir no es una opción neutra, es una elección en sí misma, que nos mantiene en el mismo lugar.
Estrategias para Decidir con Confianza
Si sientes que tomar decisiones es como saltar al vacío, estas estrategias pueden ayudarte a dar el paso con seguridad:
Divide la decisión en pasos más pequeños. Si la decisión parece abrumadora, divídela en decisiones más pequeñas. Si quieres mudarte, empieza investigando la ciudad, luego busca barrios y finalmente opciones de vivienda.
Consulta con alguien imparcial. Hablar con alguien objetivo, como un amigo o un terapeuta, puede proporcionarte una perspectiva más clara y ayudarte a ver las cosas desde otro ángulo.
Acepta los riesgos. Toda decisión conlleva incertidumbre. Sin embargo, cada elección te trae una lección, y eso te llevará a nuevas oportunidades y aprendizajes.
Imagina el peor escenario posible y cómo lo manejarías. A veces, visualizar lo peor nos da la fuerza y seguridad para dar el paso, porque sabemos cómo reaccionar ante cualquier situación.
Ejercicio de Decisión Express
Aquí tienes una práctica para entrenar tu capacidad de tomar decisiones rápidamente:
Piensa en una decisión pequeña, como qué hacer en tu día libre.
Elige tres opciones.
Establece un límite de tiempo: decide en cinco minutos, basándote en tu instinto o en la información disponible.
Reflexiona sobre cómo te sentiste al tomar la decisión.
Este ejercicio te ayudará a perder el miedo al proceso de decidir.
Vivir es Decidir
Cada elección, por pequeña que sea, contribuye a construir nuestra historia. No necesitas tomar decisiones perfectas, solo elegir y aprender a lo largo del camino. No decidir es como ver la vida pasar sin ser parte de ella.
Hoy, te invito a tomar el control de tus decisiones. Da el primer paso, elige decidir, y verás cómo se abren nuevas oportunidades ante ti. Si necesitas apoyo para tomar decisiones conscientes y seguras, en HolaTerapia ofrecemos terapia psicológica online para ayudarte a ver tus opciones con claridad. Reserva tu sesión y comienza a construir la vida que realmente deseas.
¡Nos vemos en el próximo artículo!.
Romina Di Stéfano
Creadora de HolaTerapia
