¿Te Acompaña o te Duerme? Vínculos que Suman vs. Vínculos que Anestesian
¿Tu relación te calma o te expande? Descubrí si estás en paz real o anestesiado emocionalmente. Lee el artículo y mira el video. 💥❤️


¿Y si tu calma actual no es bienestar, sino una forma elegante de estancamiento?, ¿Y si la tranquilidad que tanto agradeces… te estuviera costando la conexión real con tu vida?.
Pongámoslo sobre la mesa, sin anestesia emocional: hay relaciones que no hieren, no hay gritos, ni dramas, ni traiciones; pero tampoco hay miradas que te busquen, ni ideas compartidas, ni un nosotros que crezca.
Y en ese terreno medio, entre “no me hace mal” y “no me hace bien”, muchas personas se quedan años, en silencio, con culpa por no sentirse felices, pero sin argumentos para irse; y lo peor: creyendo que eso es todo lo que hay.
Cuando la relación parece sana, pero tu alma bosteza
Muchas veces, lo más difícil no es dejar una relación tóxica, lo más difícil es darte cuenta de que estás en una relación correcta… pero sin alma.
No hay conflicto, pero tampoco hay chispa.
No hay reclamos, pero tampoco hay crecimiento.
No hay desamor, pero tampoco hay movimiento.
Y entonces aparece ese síntoma silencioso, sutil, pero devastador: "Estoy bien... pero me siento vacío/a.”
¿Te suena?...
¿Por qué nos quedamos en vínculos tibios?
Porque el cerebro ama lo predecible, porque la idea de estabilidad se volvió un refugio, porque después de haber vivido relaciones intensas y caóticas, cualquier vínculo sin tormenta, se siente como salvación.
Y sí, un amor tranquilo puede ser una bendición, pero no cuando esa tranquilidad es solo ausencia de conexión. No confundas estar en paz con estar anestesiado.
Amor sin drama ≠ amor verdadero
Nos enseñaron a elegir con miedo, a pensar que si una relación es “buena”, no se cuestiona. A quedarnos agradecidos en vínculos donde no hay herida… aunque tampoco haya vida.
Pero el amor que te transforma, no es el que te mantiene seguro, sino el que te ayuda a evolucionar. Ese que te impulsa a ser más auténtico, que no te apaga, ni te adormece, ni te vuelve alguien que solo sobrevive la semana.
Un vínculo sano no es solo tranquilo, es también vital, presente, creativo.
El confort emocional: ¿abrigo o prisión?
Hay relaciones que son como mantas térmicas: te contienen, pero no te dejan moverte; y a veces, por no querer pasar frío otra vez, aceptamos quedarnos quietos.
La pregunta es: ¿Qué estás dejando de vivir para no incomodar esa estabilidad?, ¿Tu deseo?, ¿Tu curiosidad?, ¿Tus ganas de reinventarte?. Estar cómodo no siempre es estar bien, a veces es solo estar acostumbrado.
Señales de que estás en una relación anestésica
Sentís que nada está mal, pero tampoco nada te emociona.
No hay discusiones… pero tampoco conversaciones profundas.
No hay conflictos, pero tampoco proyectos.
Todo parece estar “bien”… pero vos no te sentís vivo/a.
La buena noticia: esto no significa que tu relación esté condenada, pero sí es una invitación a mirarla con más honestidad.
¿Es posible recuperar la chispa?
Sí, siempre que haya dos personas dispuestas a volver a encontrarse de verdad. Porque la falta de conflicto no es intimidad, y el silencio no es conexión. Tal vez sea momento de incomodarse un poco, de hablar lo que no se dice, de preguntarse:
¿Qué soñábamos construir y dónde quedó ese sueño?
¿Estamos amándonos o simplemente funcionando?
¿Nos estamos eligiendo… o sobreviviendo juntos?
Tu energía no miente
Cuando estás en el lugar correcto, se nota; en tu voz, en tus ganas, en tu creatividad, en tu capacidad de mirar el futuro sin bostezo emocional.
No todo lo que es estable, es nutritivo; y no todo lo que es cómodo, es amor.
Un ejercicio para mirar de frente tu vínculo
Tomate 5 minutos, literal; escribí en una hoja o en tu celular:
¿Qué me gusta de esta relación?
¿Qué me incomoda pero no digo?
¿En qué cosas me siento más chico/a cuando estoy con esta persona?
¿Qué deseo profundo me gustaría que este vínculo potencie, y no lo hace?
No se trata de tirar por la borda un vínculo que funciona, se trata de animarte a ver si eso que "funciona" es todo lo que deseas, o solo lo mínimo que toleras.
Cortito y al Pie
El verdadero amor no te duerme: te despierta; y no se trata de adrenalina ni de intensidad vacía, se trata de profundidad emocional; de sentirse acompañado de verdad, no solo acompañado. De construir, no solo coexistir.
Si hoy estás en una relación que no duele, pero tampoco vibra… haz una pausa, no para romper nada, sino para reconectar con vos, con tus deseos, con tu energía viva.
Y si necesitas ayuda para entender lo que sentís, en HolaTerapia te acompañamos a descubrirlo, porque vos no estás hecho solo para sobrevivir vínculos, estás hecho para vivirlos con alma.
Romina Di Stéfano
Creadora de HolaTerapia
