Síndrome de Fortunata: cuando amamos al hombre prohibido
Luego de que un episodio privado, sacudiera la opinión pública, con el caso de Wanda Nara, Mauro Icardi y China Suárez, el síndrome de Fortunata volvió a ser Vox Populi!. ¿Qué pasa con esa mujer que siempre ronda hombres comprometidos?, que sadismo la corrompe?, lo hace por placer, a consciencia, simplemente es su conducta natural?; Por qué SIEMPRE SE FIJAN EN HOMBRES AJENOS?. Te vamos a contar que es lo que le pasa a ciertas mujeres, y en otro post, vamos a hablar de que es realmente propiedad privada, y que no, te parece?
Antes de juzgar situaciones, valorarlas con liviandad; de que se trata el síndrome de Fortunata, que significa?; para que cuando opinemos, lo hagamos de una forma objetiva y responsable. ¡Te lo contamos!
¿Qué es el Síndrome de Fortunata?
El síndrome de Fortunata recibe su nombre de una novela de Benito Pérez Galdós titulada Fortunata y Jacinta. La obra fue escrita en el siglo XIX y luego adaptada al cine en los años 70. Los personajes de esta historia tienen una gran profundidad psicológica, por lo que dieron a luz a un fenómeno de esta naturaleza en las relaciones sentimentales.
La novela narra la relación Tormentosa entre un hombre, Juanito Santa Cruz, y dos mujeres: Jacinta y Fortunata; la primera es su esposa, la segundo su amante. Fortunata se convierte en prostituta, luego en esposa de Maximiliano. La relación entre Fortunata y su amante continúa a pesar de todo en el tiempo, y ella tendrá dos hijos de este último.
Lo más interesante de esta novela no es la trama en sí, sino el tratamiento de la psicología de cada uno de los personajes. Fortunata representaría el tipo de mujeres seguidoras de mantener relaciones con hombres casados. Por eso hablamos del síndrome de Fortunata cuando una persona se comporta como tal.
“ Los infieles conocen los placeres del amor; es el fiel el que conoce las tragedias del amor. «-Oscar Wilde-
Características del síndrome de Fortunata
El síndrome de Fortunata no puede considerarse un trastorno ni una enfermedad. Más bien, es una condición relativamente anormal (aunque deberíamos ya normalizarlo) que afecta a algunas mujeres. Sienten más atracción e interés por los hombres casados.
Las principales características de una mujer que padece síndrome de Fortunata son las siguientes:
- Experimenta un sentimiento de amor muy fuerte, incondicional y profundo hacia un hombre ya casado.
- Básicamente, no es capaz de sentir atracción por otros hombres.
- La mujer siempre está dispuesta a hacer cualquier cosa por este hombre que ama.
- Está convencida de que la vida no tiene sentido sin este hombre casado del que está enamorada.
- Ella siente que tiene un «derecho» sobre este hombre, que es él quien la prefiere.
- Quiere tener hijos con el hombre en cuestión.
- Tiene sentimientos ambiguos por la esposa de este hombre casado. A veces siente empatía y otras veces la odia.
- Constantemente fantasea con un futuro junto al hombre que ama.
En resumen, podemos decir que las mujeres que tienen síndrome de Fortunata aman profundamente a un hombre comprometido y se convencen a sí mismas que este amor, es imposible por la presencia de otra mujer, que es la legítima esposa.
¿Qué hay detrás del síndrome de Fortunata?
El primer triángulo amoroso vivido en la vida tiene lugar desde muy jóvenes. Freud construyó el llamado «complejo de Edipo», según este complejo, los niños se sentirían atraídos por la madre, queriendo inconscientemente ocupar el lugar del padre; de esta manera, el niño desea reemplazar al padre y la hija, a la madre (complejo de Electra). Tal complejo debe resolverse con la prohibición o prohibición del incesto. En otras palabras, aceptar la realidad y renunciar al deseo incestuoso. Todo esto sucede en el inconsciente.
El síndrome de Fortunata indica una falta de resolución de conflictos edípicos. Para cada hombre y cada mujer, sus cónyuges adultos recrean de alguna manera al padre o la madre que fue su primer gran amor. Es común que en esta pareja se proyecten los conflictos, expectativas y deseos que se producían de niño con el progenitor del sexo opuesto.
Si el complejo de Edipo se ha resuelto, los lazos de la pareja adulta serán más saludables. Si no se supera, se tenderá a recrear ciertas condiciones de este primer triángulo amoroso; entonces, la mujer se sentirá más atraída por los hombres casados, como lo estaba su padre. Y sentirá que otra mujer es la fuente de todas sus frustraciones, como fue el caso de la madre, que impidió la realización del deseo edípico.
Para tener en cuenta
Además del posible mantenimiento de este conflicto inconsciente, cuando una mujer presenta el síndrome de Fortunata, lo hace con mucha frecuencia. Este síndrome, esta forma de elegir y vivir, están ligados a las importantes dificultades para valorarse y reconocer los propios sentimientos.
Es común que las mujeres que se sienten atraídas por hombres comprometidos también sean educadas en patrones de adicción. Suelen dar un gran valor al sacrificio y lo interpretan como un signo de amor. También suelen tener baja autoestima e idealizan el amor, lo sobreestiman y lo ven como una fuente de redención para todo sufrimiento.
Las mujeres que tienen el síndrome de Fortunata quieren derrotar a la madre de la infancia, golpeando a la esposa del hombre que aman. No lo hacen conscientemente. Lo experimentan como algo irresistible. Suelen sufrir mucho y experimentar una gran frustración. En tales casos, la terapia es una de las mejores respuestas para eliminar viejos patrones, y tener una vida plena y cero limitante.
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