Necesitas Aburrirte (y no es una broma)
Aburrirse no es perder el tiempo, es recuperar creatividad, claridad y paz mental. Descubrí por qué el silencio puede ser tu mejor aliado.


¿Sabías que el aburrimiento podría ser uno de los estados más subestimados de nuestra vida moderna?
En un mundo donde siempre hay una pantalla encendida, una notificación que suena o un video que ver, aburrirse parece un lujo imposible. Sin embargo, lo que evitamos con tanta desesperación, puede ser la clave para recuperar creatividad, concentración, y bienestar emocional.
¿Por qué nos cuesta tanto aburrirnos?
Vivimos entrenados para huir del vacío. Apenas sentimos ese cosquilleo incómodo que llamamos aburrimiento, buscamos el celular, abrimos redes sociales, ponemos música o nos sumergimos en cualquier distracción. El problema es que, al hacerlo, le quitamos al cerebro la posibilidad de descansar y reorganizarse. Es como si nunca le diéramos la oportunidad de “respirar” entre tanto estímulo.
Lo curioso es que nuestro cerebro necesita esos espacios en blanco para conectar ideas, procesar emociones, y hasta resolver problemas que creemos imposibles. Cuando lo llenamos todo con ruido externo, lo que en realidad estamos haciendo es bloquear la posibilidad de escucharnos por dentro.
El modo oculto de la mente: cuando no haces nada
Cuando no estamos enfocados en una tarea, ni consumiendo información, se activa un modo mental silencioso y fascinante. Es un estado en el que tu mente empieza a ordenar recuerdos, explorar posibilidades, y hacer conexiones inesperadas.
¿Te pasó alguna vez que, mientras te duchabas o mirabas por la ventana, apareció de repente la solución a un problema? Eso no es casualidad. Es la forma en la que tu cerebro aprovecha los momentos de “nada” para crear algo nuevo.
Podríamos decir que hay dos formas de funcionar:
El piloto automático: repetís rutinas, hábitos, lo de siempre. Es útil, pero no te lleva a lugares nuevos.
El modo creativo interno: aparece cuando te das permiso de aburrirte, cuando no llenas el silencio. Ahí es cuando surgen ideas frescas, recuerdos valiosos, y hasta decisiones importantes.
Ejemplos cotidianos de lo que pasa cuando te aburrís
Estás viajando en colectivo, mirando por la ventana, y de repente recuerdas una conversación que necesitabas tener.
Estás acostado sin el celular, y aparece esa idea para tu proyecto que parecía escondida.
Te quedaste sin internet, y en lugar de desesperarte, tu mente empezó a fantasear con planes que hace tiempo venías postergando.
Eso que llamamos aburrimiento, en realidad, es una puerta hacia vos mismo.
La licuadora
Imagina que tu mente es una licuadora, si la tienes encendida las 24 horas, tirando datos, reels, música, tareas y conversaciones, lo único que consigues, es un batido caótico imposible de digerir.
Apagarla, aunque sea por unos minutos, permite que todo se asiente. Lo que sirve queda arriba, lo que no sirve se hunde, y vos podes distinguir qué es importante y qué no. Ese es el poder de aburrirse: darle tiempo a tu mente para decantar.
El costo de no aburrirse nunca
Evitar el aburrimiento constantemente no es gratis, las consecuencias aparecen tarde o temprano:
Ansiedad y sensación de estar siempre corriendo detrás de algo.
Pérdida de creatividad, porque nunca hay espacio para nuevas conexiones.
Dificultad para concentrarse, ya que la atención vive fragmentada.
Desconexión interna: sabemos todo lo que pasa afuera, pero poco de lo que pasa adentro.
En otras palabras: nos volvemos extraños para nosotros mismos.
El aburrimiento como práctica intencional
No se trata de dejarlo al azar; puedes practicar aburrirte como un ejercicio de salud mental, ¿Cómo? Prueba con esto:
Apaga el celular por 10 minutos.
No medites, no leas, no pongas música.
Simplemente quédate quieto. Abúrrete ...
Al principio va a incomodar; tu mente va a pedir estímulo, pero si lo resistís un poco, vas a notar cómo empieza a hablar sola. Surgen pensamientos, recuerdos, hasta emociones que estaban escondidas.
Es como sentarte en la sala de espera de tu alma: incómoda, silenciosa, pero llena de cosas que estaban buscando un espacio para aparecer.
Entonces… ¿por qué necesitas aburrirte?
Porque el aburrimiento no es vacío, es terreno fértil, es el lugar donde germinan las ideas, donde se resuelven problemas, donde nos encontramos con lo que realmente importa. El aburrimiento es un espejo incómodo, pero también una brújula.
La próxima vez que te aburras, no corras a llenarlo con ruido, escúchalo; tal vez, ahí encuentres justo lo que estabas buscando.
Cortito y al Pie
En HolaTerapia sabemos que el silencio y la pausa no son enemigos, sino aliados. Si sientes que te cuesta estar con vos mismo, si la ansiedad o la sobreestimulación no te dejan en paz, la terapia puede ser ese espacio donde ordenar, entender y recuperar tu bienestar.
Te esperamos!!
Romina Di Stéfano
Counselor - Creadora de HolaTerapia
