Los siete pecados capitales en una relación
No dejes que tu relación se convierta en una víctima de los Siete Pecados Capitales.
No somos perfectos, nadie lo es!. Incluso a una edad temprana, se nos enseña indirectamente sobre los malos hábitos en historias infames como «La tortuga y la liebre», en la que el hábito de la liebre de ser demasiado confiada y perezosa, la lleva a su derrota en una carrera contra la tortuga, y » El Pastorcito Mentiroso”, en el que el hábito del niño de mentir eventualmente, lleva a que no le crean cuando dice la verdad.
Cuando se trata de relaciones, especialmente con nuestros seres queridos, muchos malos hábitos ocurren consciente o inconscientemente entre ambos individuos en la relación. El impacto de estos malos hábitos puede generar sentimientos de abandono, resentimiento y desconexión, lo que dificulta que las parejas mantengan una relación sana y satisfactoria.
Usaremos los Siete Pecados Capitales para demostrar los malos hábitos que pueden ocurrir en una relación. Ten en cuenta que esta no es una lista exhaustiva de malos hábitos; estos son solo algunos ejemplos de ellos. Sin embargo, al identificar y abordarlos, tu y tu pareja pueden trabajar para construir un vínculo más fuerte y resistente.
Para aquellos de ustedes que están en una relación, espero que no estén cometiendo ninguno de estos pecados, y si es así, que esta sea tu llamada de atención. Para aquellos de ustedes solteros, espero que este artículo los oriente sobre cómo tener una relación exitosa en el futuro y que aprendan de mis errores.
Ira — Comenzar peleas por mensajes de texto
Como todos sabemos, iniciar peleas por mensajes de texto es la mejor idea/manera de escalar conflictos o desacuerdos. Esto puede incluir enviar mensajes de enojo o acusatorios, realizar ataques personales o usar emojis o sarcasmo para transmitir hostilidad.
Este comportamiento puede estar relacionado con el pecado de la Ira, ya que implica expresar el enojo o frustración de manera desapegada, rígida y sin posibilidad de construir un diálogo. En este contexto, el deseo de pelear por texto puede ser visto como una expresión irrefrenable de comunicar desagrado, así como también como un distanciamiento de la inmediatez de las interacciones cara a cara. Esto se traducirá inevitablemente es un llamamiento al campo de batalla.
Además, puede verse como una falta de voluntad para enfrentar la situación con tu pareja, lo que es un comportamiento cobarde e inmaduro, aparte de la deliberada intención de dañar la relación, ya que puede hacer que tu pareja se sienta irrespetada y emocionalmente desconectada de ti.
Orgullo: hacer bromas públicas a expensas de tu pareja.
Hacer chistes públicos que menosprecien a tu pareja frente a los demás, generalmente en un entorno social, y que la broma sea a expensas de tu pareja, es un mal hábito. Puede haber sido accidental o deliberado, pero este hábito puede ser doloroso y vergonzoso para quien te acompañe. Desde su perspectiva, puede indicar una falta de respeto y consideración por sus sentimientos.
No me refiero a la cuota sana de humor, y a la picardía del juego de dos; me refiero al mensaje oculto que hay en el menosprecio por un defecto, o un error de tu pareja.
Este comportamiento puede estar relacionado con el pecado del Orgullo, ya que implica buscar atención o validación a través de menospreciar al otro. Al hacer bromas públicas a expensas de tu pareja, estás tratando de verte bien y, en este proceso, estás disminuyendo la imagen del otro. La realidad de la situación, es que deberías preocuparte más o ser más respetuoso con los sentimientos de tu pareja, ya que tu comportamiento es una forma de humillación pública, es inaceptable y una manera insana de querer sobresalir por sobre el otro.
Pereza: ponerse demasiado cómodo
Sentirse demasiado cómodo en una relación puede referirse a una situación en la que tu y tu pareja, dejan de intentar mantener el interés y el cambio, pensando que lo construido puede valerse en el tiempo sin mantenimiento. Se vuelven complacientes y se dan por sentado… WRONG!!!. Esto puede manifestarse de varias maneras, como no mostrar aprecio y afecto o no dedicar tiempo el uno al otro.
Este comportamiento puede estar relacionado con el pecado de la Pereza, ya que implica ser perezoso o negligente en el mantenimiento y crecimiento de la relación. Entiendo cómo la pereza se asocia a menudo con la falta de motivación o esfuerzo, en este contexto, se refiere a la falta de esfuerzo para mantener y hacer crecer la relación. Esto, conduce inevitablemente, a una falta de conexión, complicidad e intimidad en la relación y eventualmente puede causar que la relación termine.
Envidia: comparar tu relación con la de los demás
Comparar tu relación con otras y medir tu éxito evaluando el nivel de intimidad, el nivel de compromiso o incluso el nivel de felicidad con la relación de tus amigos o conocidos, conducirá inevitablemente al final de tu relación con tu pareja. En mi experiencia, la hierba nunca es más verde del otro lado.
La envidia se define como un sentimiento de añoranza resentida que despiertan las posesiones, las cualidades o la suerte de otra persona. Este comportamiento puede estar relacionado con el pecado de la Envidia, ya que implica desear las fortalezas o ventajas percibidas los demás.
Al comparar constantemente tu relación con los demás, puedes obsesionarte con lo que percibes en otros, en lugar de concentrarse en las fortalezas y los beneficios de tu relación. Esto conducirá a la insatisfacción, la ineptitud o el resentimiento, y puede dañar la relación al crear una comparación constante que nunca se podrá cumplir. El impacto que tendrá en tu pareja es que le faltará autoestima y puede hacer que devalúes tu relación. Debes darte cuenta de que nunca conocerás la imagen completa de las relaciones de otras personas a menos que sea tu propia relación.
Lujuria – La habitación para perseguir
«Lo que no tengo en casa, lo consigo afuera» es el deseo o la oportunidad de perseguir intereses románticos o sexuales fuera de tu relación actual, incluida la búsqueda de gratificación física o emocional a través del coqueteo, las citas o las aventuras. Decir que esto es un mal hábito sería quedarse corto.
La lujuria se define como un intenso deseo de placer sexual, pero también puede referirse a un intenso deseo de cualquier cosa que valide tu autoestima, hasta el punto del exceso. Este comportamiento tiene una clara relación con el pecado de la Lujuria, ya que implica buscar gratificación física o emocional fuera del ámbito que has establecido con el otro. Esto puede ser extremadamente perjudicial para cualquier relación, ya que puede hacer que tu pareja se sienta traicionada, desconfiada y emocionalmente desconectada.
Gula: el sistema de apoyo
Confiar en tu pareja para obtener apoyo emocional o financiero o sentirte perdido o incluso vacío sin ellos, puede indicar que tienes una necesidad del otro, y vincularnos a través de la carencia, solo nos trae problemas.
Lamentablemente, he estado en relaciones en las que había un equilibrio poco saludable, el único camino que desciende es la falta de autonomía e independencia. Esto no hace sentir inseguros y repletos de expectativas imposibles de cumplir. Nadie debería experimentar estas emociones mientras está en una relación sana.
Ser demasiado dependiente de tu pareja, puede afectar negativamente la relación. Si confías únicamente en tu pareja para obtener apoyo emocional o financiero o te sientes perdido o vacío sin ella, estas emociones pueden relacionarse con el pecado de la gula. Esto se debe a que estas emociones implican una necesidad excesiva de la presencia del otro, incluso anulándolo como persona, y percibiéndolo como un proveedor.
Por lo tanto, a diferencia de los otros pecados, los sentimientos de inseguridad, insuficiencia o codependencia ocurren dentro de ti mismo y no en tu pareja; mientras que los demás pecados, los efectos del mal hábito fueron perjudiciales para el otro.
Avaricia: tomar el control
Controlar las acciones de tu pareja implica un deseo excesivo de poder sobre la vida del otro. Es una forma de egoísmo en la que priorizas tus necesidades y deseos sobre los de tu persona. Puede generar sentimientos de resentimiento, frustración y toxicidad en la relación.
El pecado de la codicia a menudo se define como un deseo excesivo de riqueza, estatus, poder o placer, es un amor desmesurado por estas cosas y puede conducir a la negligencia de otros aspectos importantes de la vida, como las relaciones, el crecimiento personal y desarrollo espiritual.
En este contexto, la codicia es cuando eres demasiado controlador y descuidas otros aspectos de la relación, como la intimidad emocional, la confianza y el apoyo mutuo. Este desequilibrio en la relación, donde una persona domina a la otra y no se respeta el tiempo y la autonomía de la otra persona, causa un perjuicio tanto para ti como para tu pareja. A diferencia de los otros pecados, donde una de las partes se ve afectada principalmente, en éste pecado, el perjuicio es por igual.
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En conclusión, los malos hábitos en una relación se pueden comparar con los Siete Pecados Capitales, ya que pueden tener efectos destructivos en la relación. Cada pecado, ya sea la Ira, el Orgullo, la Pereza, la Envidia, la Lujuria, la Gula o la Avaricia, puede manifestarse de varias maneras y causar daño a la relación.
Se consciente de estos malos hábitos y trabaja en como poder superarlos; puede causar daño a la relación si no se abordan. Cada pecado tiene el poder de ser destructivo, y ningún pecado es más grande o más poderoso que los demás, cada uno puede ser considerado una bandera roja y una señal de advertencia que, si no se atiende, puede provocar el final. Comprender y abordar estos malos hábitos puede crear una relación más fuerte y resistente.
¿Tienes otros ejemplos? Sería genial si pudieras compartir tus pensamientos y dejar un comentario, y les responderé lo antes posible.
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