La Paz que Incomoda: Cuando el Drama es tu Zona Segura
Descubre por qué la paz puede incomodarte si creciste entre caos y drama. Aprende a habitar lo sano sin sabotearlo. Terapia real, desde vos.


Hay algo profundamente desconcertante en encontrar lo que siempre soñaste… y no poder disfrutarlo. Esa relación sana, ese trabajo que ya no te consume, esa etapa de tu vida donde, por fin, todo parece estar en calma.
Sin embargo, algo dentro tuyo se inquieta, una vocecita que dice: “Esto no puede durar, algo va a salir mal. Mejor lo arruino yo antes de que explote solo.”
¿Te suena? No estás solo, tampoco estás loco, estás reaprendiendo.
¿Por qué la paz incomoda?
Porque para muchas personas, el drama no era un error… era su zona segura. Sí, segura, aunque duela.
Si tu infancia o tus vínculos tempranos estuvieron marcados por la inestabilidad, las emociones extremas, la imprevisibilidad, los gritos, los cambios bruscos, el caos emocional… entonces aprendiste que estar en alerta era normal. Y cuando lo normal es sobrevivir, lo estable se siente raro.
La paz no te parece calma, te parece vacío; te falta el subidón de adrenalina, la tensión en la panza, el miedo envuelto en mariposas. Porque eso, aunque tóxico, es lo que tu cuerpo conocía como "vida".
¿Drama como identidad? Claro que sí.
No hablamos solo de relaciones, hablamos de tu manera de funcionar en el mundo. ¿Sos de esas personas que, cuando todo va bien, se buscan un problema?, ¿O que se aburren cuando las cosas simplemente fluyen?.
Te doy un ejemplo común:
Estás saliendo con alguien que te trata con cariño, respeto y coherencia, todo va bien; pero una parte tuya empieza a desconfiar; “¿Y si me está mintiendo?”, “No siento chispa”, “No hay emoción”.
¿La verdad?, hay emoción, pero es otra; es la emoción de estar en un lugar seguro, solo que no la reconoces… todavía.
¿Sabotaje o patrón aprendido?
Desde la psicología, desde este lado del mostrador, sabemos que el ser humano no busca lo mejor… busca lo familiar; lo que viviste de forma repetida se convirtió en tu patrón emocional. Por eso, muchas veces, elegimos sin darnos cuenta a personas o situaciones que activan las mismas emociones de siempre. Porque el caos, aunque duela, es predecible; y la calma, aunque sea sana, es desconocida.
Entonces, ¿cómo se sale de esto?
1. Reconoce tu patrón
No puedes cambiar lo que no puedes ver; empieza a observarte. ¿Cuándo te incomoda la tranquilidad?, ¿Qué haces cuando todo va bien?, ¿Generas conflicto?, ¿Desconectas?, ¿Desapareces?.
2. Nombra la incomodidad
No digas “me aburro”, mejor di: “Estoy incómodo porque no hay drama, y no sé qué hacer con esta paz.”
Ponerle nombre te devuelve poder.
3. Entrena tu sistema para la calma
Lo sano también se entrena, la calma se aprende como un nuevo idioma: al principio suena raro, pero con el tiempo se vuelve natural. Esto no es meditar cinco minutos y listo, es empezar a vivir de otra manera, es habitarte con más paciencia, más pausa, más presencia.
Una nueva forma de vivir
Sanar no es solo dejar de sufrir, es también aprender a tolerar lo bueno sin sospechar de todo. Es bancarte el amor sin drama, la estabilidad sin miedo, la plenitud sin culpa.
Es dejar de vivir al borde del abismo, y empezar a construir tierra firme; aunque al principio parezca aburrida, aunque no se parezca a lo que te vendieron como “pasión”. Porque la pasión sin paz es desgaste; y la paz, bien vivida, puede ser la forma más profunda de libertad.
¿Y si no puedes solo?
No tienes que poder solo, porque muchas veces estos patrones son tan automáticos que los repetimos sin darnos cuenta; por eso, en HolaTerapia, diseñamos sesiones de terapia psicológica online que te acompañan paso a paso, desde donde estés; lúdicas, profesionales, adaptadas a tu historia y a tu ritmo.
Te ayudamos a desactivar el piloto automático, reconectar con vos mismo, y aprender a vivir en paz sin sentir que estás traicionando tu identidad.
La paz se construye, y acá estamos para ayudarte a habitarla. ¿Querés dejar de sobrevivir, y empezar a vivir?. Agenda tu sesión hoy mismo!. En HolaTerapia te acompañamos a convertir la incomodidad… en tu nueva fortaleza.
Romina Di Stéfano
Creadora de HolaTerapia
