La Herida que No te Permite Sanar
Sanar no es solo cuestión de tiempo, sino de desafiar la historia que te sigues contando. Descubre cómo soltar el pasado y empezar a vivir con libertad emocional.


¿Y si el problema no es lo que te hicieron, sino que sigues atado al dolor?. Muchos creen que sanar es solo cuestión de tiempo. "Con el tiempo se cura todo", dicen. Pero si fuera así, ¿por qué algunas personas siguen atrapadas en el pasado, reviviendo la misma historia una y otra vez?.
La respuesta es más profunda de lo que parece. No sanas porque, en el fondo, hay una parte de ti que no quiere soltar ese dolor. No porque disfrutes sufrir, sino porque esa herida se ha convertido en parte de tu identidad.
La historia que te sigues contando
Todos cargamos heridas emocionales, tal vez te traicionaron, te abandonaron, te rechazaron o te hicieron sentir que no eras suficiente. Pero el problema no es solo lo que ocurrió, sino la historia que sigues sosteniendo en tu mente.
Imagina que cuando eras niño, cada vez que te acercabas a alguien con confianza, esa persona te ignoraba o te trataba con indiferencia; ¿Qué aprendiste?: Que no puedes confiar en los demás, que si te muestras vulnerable te van a lastimar. Ahora, como adulto, aunque sepas racionalmente que hay personas buenas allá afuera, sigues esperando que te rechacen o te abandonen.
No es magia, es neurociencia. Tu cerebro aprendió a protegerte creando patrones de pensamiento que te mantienen alerta. El problema es que esa protección que te salvó en el pasado, ahora te está saboteando.
Cómo el miedo al cambio te mantiene atrapado
Ves oportunidades, pero las dejas pasar por miedo.
Conoces a alguien increíble, pero inconscientemente buscas señales de que te va a lastimar.
Tienes ganas de cambiar, pero te dices a ti mismo: "Yo soy así, esto no tiene solución".
Sin darte cuenta, sigues atrapado en la misma historia.
La neurociencia y la psicología explican lo que realmente ocurre. Tu cerebro odia la incertidumbre. Prefiere repetir patrones conocidos, aunque sean dolorosos, antes que aventurarse a lo desconocido.
Piensa en esto: llevas años cargando una mochila llena de piedras. Es pesada, incómoda, pero te has acostumbrado tanto a ella que sin ella te sientes raro. Si alguien te dice "suelta esa mochila", tu primer instinto probablemente sea sostenerla con más fuerza.
Lo mismo ocurre con el dolor emocional.
Si creciste sintiéndote no amado, buscarás señales de rechazo en cada interacción.
Si crees que las relaciones duelen, te sabotearás cuando alguien te trate bien.
Si piensas que no eres suficiente, evitarás situaciones donde podrías demostrar lo contrario.
Porque, aunque suene absurdo, lo que más miedo nos da no es el sufrimiento… sino el cambio.
El caso de Mariana: cuando el pasado sigue controlando el presente
Mariana tuvo una pareja que la engañó hace cinco años. Fue un golpe brutal. Se sintió humillada, traicionada y pasó meses tratando de entender por qué le hicieron eso.
Con el tiempo, la relación quedó atrás, pero la herida siguió abierta. Cada vez que alguien se le acerca con interés romántico, su primer pensamiento es: "¿Y si me vuelve a pasar lo mismo?". Su cerebro ha aprendido que el amor es sinónimo de peligro.
Entonces, sin darse cuenta, se aleja, pone barreras, desconfía. Y lo peor es que después, cuando la otra persona se aleja, ella confirma su miedo: "¿Ves? Nadie se queda".
Pero no es que nadie se quede. Es que ella, inconscientemente, sigue recreando la historia de su herida.
Si te identificaste con Mariana, aquí viene la pregunta clave: ¿Cuál es la historia que te sigues contando sobre ti mismo?.
Todos hemos sido lastimados. Pero la verdadera pregunta es: ¿Eres lo que te pasó o eres lo que decides hacer con ello?.
Para empezar a soltar esa historia, necesitas hacer algo muy poderoso: desafiar la narrativa que te has contado durante años.
Prueba este ejercicio:
Escribe tu historia desde la herida. Si has vivido con la idea de que "siempre me abandonan", escríbelo tal como lo sientes. Sé brutalmente honesto.
Cambia la perspectiva. Ahora, reescribe la misma historia desde una mirada diferente. ¿Qué aprendiste? ¿Cómo creciste? ¿Qué habilidades desarrollaste gracias a eso?
En vez de "Siempre me abandonan", podrías escribir: "He tenido experiencias difíciles, pero eso me ha enseñado a ser más selectivo con las personas que dejo entrar en mi vida".
Este simple ejercicio te obliga a ver tu propia historia desde otro ángulo. No se trata de negar lo que pasó, sino de dejar de vivir atado a ello.
Sanar es soltar, no olvidar
Sanar no significa justificar lo que te hicieron. Significa liberarte de la necesidad de seguir interpretando tu vida desde esa herida.
Imagina por un momento cómo sería tu vida si soltaras esa historia.
Si dejaras de verte como "la persona que fue traicionada" y empezaras a verte como alguien que merece amor.
Si en lugar de definirte por tu dolor, empezaras a definirte por tu capacidad de crecer.
La pregunta final es: ¿Quién serías sin esa herida? Y más importante aún: ¿Estás listo para averiguarlo?
Mucha gente pasa años atrapada en su propio pasado porque sanar no es solo cuestión de tiempo. Es cuestión de decisión.
Si sientes que es momento de soltar esa mochila, pero no sabes cómo, no tienes que hacerlo solo, en HolaTerapia, diseñamos sesiones de terapia psicológica online para ayudarte a romper esos patrones, con herramientas prácticas y enfocadas en resultados reales.
No son sesiones aburridas ni discursos vacíos. Son procesos profundos, diseñados para ti, para tu historia, para que realmente puedas avanzar. Si estás listo para transformar tu vida, te esperamos en sesión!.
Romina Di Stéfano
Creadora de HolaTerapia
