Expectativas Frente a la Realidad, la Trampa

Expectativas Frente a la Realidad, la Trampa

Las expectativas son esas ideas preconcebidas sobre, cómo creemos que deberían ser las cosas, mientras que la realidad es lo que realmente sucede. Es fácil caer en la trampa de esperar que ambas coincidan perfectamente, pero cuando no lo hacen, pueden surgir sentimientos de descontento e infelicidad. Este artículo explora cómo nuestras expectativas pueden llevarnos a la decepción, y cómo gestionarlas de manera efectiva para evitar caer en esta trampa.

¿Qué son las Expectativas?

Las expectativas son creencias que tenemos sobre cómo deberían desarrollarse los eventos. Pueden motivarnos y orientar nuestro comportamiento hacia metas específicas, pero también, pueden llevar a la desilusión cuando la realidad no cumple con lo que esperábamos.

Señales de que Tienes Expectativas:

• Anticipación de un Resultado Específico: Por ejemplo, esperar una promoción en el trabajo después de haber trabajado duro durante un año.
• Visualización de Cómo se Desarrollarán las Cosas: Como imaginar que una cita será perfecta, y llevará a una relación amorosa duradera.
• Fijación en lo que Necesitas de una Situación: Esperar que tus amigos siempre te apoyen sin importar qué.

Cuando nuestras expectativas no se cumplen, pueden surgir sentimientos de decepción, frustración e incluso enojo. Por ejemplo, si esperas que tu pareja siempre sepa lo que necesitas sin que se lo digas, podría hacerte sentir con frustración cuando esto no ocurra.

La Trampa de las Expectativas Frente a la Realidad

En la novela «Grandes Esperanzas» de Charles Dickens, el protagonista, Pip, cree que su fortuna le permitirá casarse con la chica de sus sueños. Al darse cuenta de que el dinero no lo es todo, reconoce que ha menospreciado muchos aspectos importantes de su vida. Sus expectativas le impidieron apreciar su realidad.

Ejemplo:

Piensa en alguien que espera que su trabajo sea tan emocionante como en las películas. Al enfrentarse a la rutina diaria y las tareas cotidianas, se siente insatisfecho y desmotivado. Esta disparidad entre expectativa y realidad, puede reducir la gratitud y hacer que pasemos por alto lo que realmente tenemos.

Las Expectativas Pueden Reducir la Gratitud

Cuando tus expectativas superan la realidad, es fácil caer en la trampa de no valorar lo que tienes. En lugar de disfrutar el presente, te encuentras esperando más o comparando constantemente tu vida con lo que podrías tener, creando un laberinto mental del cual es difícil salir.

Ejemplos:

1. Redes Sociales y Bienestar:

Un estudio reveló que los participantes que pasaban más tiempo en redes sociales reportaban menores niveles de satisfacción con sus vidas. Al ver constantemente las versiones idealizadas de las vidas de los demás, es fácil sentir que tu propia vida no está a la altura. Practicar la gratitud y desconectarse de las redes sociales puede ayudarte a apreciar más lo que tienes.

2. Logros Profesionales:

Imagina que consigues una promoción en el trabajo. En lugar de celebrarlo, inmediatamente comienzas a pensar en el próximo ascenso o en lo que aún no has logrado. Este tipo de pensamiento puede robarte la alegría del presente. Tomarte el tiempo para reconocer y celebrar tus logros actuales, puede aumentar tu bienestar.

3. Relaciones Personales:

Supongamos que esperas que tu pareja sea siempre perfecta y adivine tus pensamientos. Cuando esto no sucede, te sientes decepcionado y resentido. Al ajustar tus expectativas y comunicarte abiertamente con tu pareja, puedes fortalecer la relación y disfrutar más de los momentos juntos.

Clave del Bienestar:

Estos ejemplos demuestran que, al practicar la gratitud y vivir el momento presente, puedes mejorar significativamente tu bienestar y felicidad. No dejes que las expectativas te roben la alegría de disfrutar lo que ya tienes.

Las Expectativas Pueden No Ser Realistas

Tus expectativas pueden superarte cuando esperas más de lo que es realista en una situación determinada. Tal vez esperes que tu pareja esté a la altura de lo que ves en las películas románticas, que tu trabajo sea una versión idealizada de lo que soñabas cuando eras niño, o incluso que tu vida coincida con lo que ves en Instagram.

Ejemplo:

Las redes sociales pueden contribuir en gran medida a estas expectativas poco realistas. Comparamos nuestros peores momentos (aquellos que no consideramos dignos de compartir en línea) con los mejores momentos de los demás, que muy a menudo se filtran para parecer perfectos.

Cómo Gestionar las Expectativas

Gestionar tus expectativas es clave para evitar la trampa de la discrepancia. Aquí algunos consejos prácticos:

1. Toma Conciencia de tus Expectativas

• Autoevaluación: Reflexiona sobre lo que esperas en cada situación.
• Realismo: Pregúntate si tus expectativas son realistas y de dónde provienen.

Cuando te enfrentes a una nueva situación, pregúntate qué esperas que suceda y si esas expectativas son realistas. Por ejemplo, si estás a punto de comenzar un nuevo trabajo, es natural tener expectativas sobre cómo será. Sin embargo, es importante mantener una perspectiva realista y estar preparado para enfrentar desafíos inesperados, despues de todo, si hay un camino que seguimos todos, es el del aprendizaje.

2. Practica la Gratitud

• Enfoque Positivo: Busca aspectos positivos en cualquier situación.
• Diario de Gratitud: Anota diariamente cosas por las que te sientes agradecido.

Ejemplo:

Si has tenido un día difícil en el trabajo, en lugar de centrarte en lo negativo, busca cosas por las que estar agradecido. Tal vez un colega te ayudó con una tarea complicada, o recibiste un cumplido por tu esfuerzo. Anotar estas pequeñas cosas en un diario de gratitud puede ayudarte a mantener una perspectiva positiva.

Importante, no confundas una actitud positiva, con forzar o transformar las cosas. La positividad tóxica, es igual de nociva, que las falsas expectativas.

3. Evita Comparaciones

• Redes Sociales: Recuerda que lo que ves en línea, no siempre es la realidad completa.
• Enfoque en ti mismo: Compite solo contigo mismo, y celebra tus propios logros. El otro, es otro mundo con sus circunstancias.

Ejemplo:

Si ves a alguien en las redes sociales que parece tener una vida perfecta, recuerda que solo estás viendo una parte de la historia. En lugar de compararte con ellos, concéntrate en tus propios logros y progresos.

4. Considera lo que Realmente te Hace Feliz

• Satisfacción Real: Pregúntate si lo que persigues, realmente te traerá felicidad duradera.
• Disfruta el Presente: Aprecia lo que ya tienes y encuentra alegría en las pequeñas cosas.

Ejemplo:

Si trabajas en un empleo que no te gusta solo para ahorrar dinero para comprar un auto caro, pregúntate si ese auto realmente te hará feliz a largo plazo. Tal vez descubras que disfrutar de tu trabajo y tener una vida equilibrada te traerá más satisfacción. No pierdas de vista, que esta es TU vida, y en ella, solo TU, armas las reglas.

5. Practica la Aceptación Emocional

• Aceptación: Permítete sentir decepción, sin castigarte por ello.
• Comparación Saludable: Si necesitas comparar, hazlo con quienes tienen menos, para apreciar más lo que tienes. No se trata de promediar para abajo, se trata de que si de todos modos, vas a mirar a tus costados, lo hagas a favor de todo lo vivido y construido, y no en detrimento.

Ejemplo:

Si sientes celos de alguien que tiene más que tú, intenta recordar a personas que tienen menos, o imagina que esa persona que tiene mas, posiblemente ha combatido batallas que la llevaron a la victoria, que tu, desconoces. Esto puede ayudarte a apreciar más lo que tienes, y a sentirte más agradecido por tu propia situación.

Una Palabra de HolaTerapia

En última instancia, entender y gestionar nuestras expectativas puede liberarnos de mucha frustración y estrés. Ser conscientes de nuestras expectativas y cómo estas, afectan nuestra percepción de la realidad, es un paso vital para vivir una vida más plena y feliz.

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