¿En qué momento dejé de elegirme? | La trampa invisible que apaga tu vida
¿En qué momento dejamos de elegirnos? Descubrí señales invisibles, cómo volver a vos mismo y empezar a vivir distinto.


¿En qué momento dejamos de elegirnos? Señales invisibles que apagan tu vida
Todos tenemos esa versión que dijimos que nunca íbamos a ser: “Yo no voy a aguantar que me lastimen. Yo no voy a vivir apagado. Yo no voy a quedarme donde no me sienta querido.” Sin embargo, la vida nos sorprende con un espejo incómodo: un día te descubrís apagando la alarma sin ganas de nada, justificando lo injustificable, sonriendo en automático, y preguntándote: ¿Cómo llegué hasta acá?
La respuesta no está en el “cómo”, sino en el cuándo: 👉 ¿En qué momento empezaste a dejarte de lado sin darte cuenta?
Este artículo explora cómo nos vamos perdiendo en pequeñas renuncias, qué señales físicas, y emocionales, avisan que algo no anda bien, y sobre todo, cómo volver a elegirnos de manera consciente.
La historia de Martín: la costumbre de callar
Martín siempre fue un hombre con carácter fuerte, ideas claras y sueños definidos; pero de a poco, empezó a ceder.
En el trabajo, se callaba para evitar discusiones.
En su pareja, aceptaba planes que no disfrutaba para no parecer egoísta.
En su vida personal, dejó hobbies que lo apasionaban porque “ya no había tiempo”.
Cada decisión parecía lógica en el momento. Una excusa por acá, una renuncia por allá… hasta que un día, al mirarse al espejo, no supo si lo que sentía era tristeza o simplemente costumbre.
Lo más doloroso no era estar mal: era haberse acostumbrado a estarlo.
La historia de Laura: la lista interminable de excusas
Laura siempre repetía: “Yo no voy a dejar de ser yo por nadie”. Amaba bailar, reunirse con amigas, soñar proyectos. Pero poco a poco fue apagando su chispa.
“No voy a salir, estoy cansada.”
“No me da el tiempo.”
“Mejor no digo nada, así no discutimos.”
Su vida se transformó en una sucesión de excusas, hasta que se dio cuenta de que ya no se reconocía. El dolor más grande no fue la incomodidad: fue la normalización de esa incomodidad.
¿Por qué dejamos de elegirnos?
La mayoría no “se pierde” de golpe, se va diluyendo en pequeñas concesiones; y no porque no sepamos lo que queremos, sino porque, en algún nivel, creemos que no lo merecemos.
Patrones invisibles que nos atrapan
Callamos para mantener la paz.
Cedemos para que no nos abandonen.
Aceptamos lo que nos duele porque “podría ser peor”.
Lo más complejo es que el cerebro no lo ve como abandono propio, sino como supervivencia. Si una estrategia funcionó una vez (aunque duela), la repetirá. El problema es que lo que alguna vez nos protegió… hoy nos limita.
Señales que tu cuerpo envía (y que no deberías ignorar)
El cuerpo siempre habla. Cuando dejamos de elegirnos, aparecen síntomas que parecen físicos, pero son mensajes emocionales:
Dolor en cuello y espalda sin causa aparente.
Cansancio crónico que no mejora con descanso.
Irritabilidad constante, incluso en cosas mínimas.
Apatía: nada entusiasma, nada motiva.
Lejos de ser un “problema”, estas molestias son una brújula; el cuerpo nos recuerda: “No es por acá”.
Cómo empezar a elegirse de nuevo: la técnica de las 2P
Cuando la vida se vuelve automática, necesitamos un freno consciente, la herramienta es simple: Pausa y Pregunta.
Pausa: si no paras, reaccionas en automático.
Pregunta:
¿Esto que estoy eligiendo me representa?
¿Esto me da paz o me desgasta?
¿Estoy siendo fiel a lo que necesito… o a lo que aprendí a soportar?
Si la respuesta no te convence, es momento de cuidarte distinto.
No se trata de volver a ser “el de antes”
Muchas personas creen que “volver a sí mismo” es regresar a lo que eran antes de apagarse; pero la vida no es un retroceso: es evolución.
👉 No sos la renuncia ni el cansancio acumulado.
👉 No sos las veces que callaste.
👉 Sos la persona que sigue acá, incluso después de todo lo que cediste.
La verdadera fortaleza no está en aguantar hasta romperse; está en escuchar a tiempo esa incomodidad que pide un cambio.
No se trata de volver a ser “la persona de antes”, eso no es necesario, y sería poco evolutivo; se trata de empezar a ser tu nueva versión: más consciente, más libre y más leal a vos mismo.
Un último recordatorio
Nadie nace sabiendo cómo volver a elegirse; pero todos merecemos un espacio para intentarlo; y a veces, ese espacio comienza con algo tan simple, como permitirte ayuda.
En HolaTerapia, acompañamos ese proceso con sesiones online, breves y profesionales. Porque no tienes que atravesar este camino en soledad; a veces, lo único que necesitas es alguien que te escuche sin juzgarte, y te ayude a recordar lo que siempre fuiste… aunque lo hayas olvidado.
Romina Di Stéfano
Counselor - Creadora de HolaTerapia
