5 Diferencias entre Amar y estar Enamorado

¿Hay alguna diferencia entre amar y estar enamorado?

¿Cuánto dura estar enamorado?

¿Podemos amar a nuestra pareja, sin estar enamorados?

Cuando conocemos a esa persona especial, que conecta todas las piezas rotas en un todo significativo, y cambia nuestra visión del mundo, flotamos en las nubes y no queremos bajar bajo ninguna circunstancia. Nos enamoramos hasta el infinito y más allá, la sopa tiene su aroma, las personas en la calle su rostro, los suspiros se vuelven incontenibles, el vértigo se apodera de nosotros, y nada es tan claro ni certero, como la necesidad de tener cerca al destinatario de tanta energía creadora. Ahora bien, esto es por amor, o por enamoramiento?, cuando se transforma uno en otro?, se necesitan entre sí, o pueden ser independientes?.

¿Qué sucede cuando nos enamoramos?

Nuestros niveles de dopamina, que es la hormona del placer y la relajación, está fuera de control, al punto de romper el amperímetro y hacernos volver adictos a esa sensación.

Entonces, estar enamorado es como una adicción natural. Nuestra mente está obsesionada con este individuo excepcional y solo queremos más.

¿Cuánto de verdad hay en el Amor Ciego? 
Al enamorarnos, nuestro cerebro le da prioridad al camino neuronal, relacionado con las emociones positivas; sin embargo, al mismo tiempo, bloquea el camino de las emociones negativas, y los caminos responsables de hacer evaluaciones críticas sobre otras personas. Es por esto, que al estar enamorados nos llenamos de sentimientos y sensaciones bonitas, e ignoramos las demás.

¿Cuánto dura estar enamorado? 
Hay diversidad de opiniones al respecto, en su mayoría, las respuestas oscilan entre uno y tres años.

¿Qué pasa después?
Es entonces cuando nuestras relaciones se ponen a prueba. Estar enamorado hace que nuestros químicos hagan que la relación funcione para nosotros; todo es sencillo, nuestra pareja está en el pedestal, y nosotros también.

En consecuencia, nuestro primer conflicto concreto nos sorprende. Nuestra ilusión de una pareja ideal que resuelve todos nuestros problemas se tambalea, lo que puede ser muy aterrador. De repente, todas las cosas de las que nos enamoramos comienzan a irritarnos más; el dulce ronquido que antes sonaba a una sinfonía Beethoven, hoy es una pandilla de gatos maullando en tus oídos.
Su humor que algún día, nos hizo reír, hoy nos molesta, pues no se toma nada en serio; amábamos la libertad y sociabilidad de nuestra pareja, pero ahora deseamos límites; su desparpajo nos atrajo, pero de repente anhelamos un poco de modestia.

Los conflictos se multiplican e intensifican y comenzamos a sentirnos rechazados, abandonados, estafados, y confundidos. Sentimos que luchamos con nuestra pareja porque buscamos conexión.

Estamos buscando desesperadamente formas de hacer que esos individuos amorosos, etéreos y absolutamente utópicos, convertidos hoy en engendros del mal, nos comprendan y se ocupen de nuestras emociones dolorosas y desafiantes.

¿Cómo salvamos nuestra relación, y una vez más nos conectamos?

¿Qué significa Amar?

Las relaciones sacan a relucir las partes más profundas y vulnerables de nosotros. Nuestra necesidad de pertenencia y seguridad, que se remonta a nuestra primera infancia, nos obliga a buscar un refugio seguro en nuestras parejas, lo que significa que el/ella también buscan seguridad y validación de nosotros.

En este punto, una relación se convierte en una decisión. Elegimos cómo reaccionamos cuando nos enfrentamos a emociones desafiantes, y decidimos cómo negociar un puente entre su mundo, con todo lo que eso implica, y el mío.

Es una transición onerosa que requiere mucha paciencia, coraje y fuerza. Confiamos en que nuestra pareja trabaje en sus desafíos, y nos acompañen mientras trabajamos en los nuestros. Es inevitable entrar en conflictos, pero juntos decidimos cómo afrontarlos y solucionarlos.

Estamos tomando miles de decisiones todos los días, decidimos a qué prestamos atención, cómo reaccionamos a los impulsos de nuestro entorno, y cómo tratamos a nuestra pareja, y a nosotros mismos.

El amor es una decisión, porque colocamos conscientemente, nuestra relación en la parte superior de nuestra lista de virtudes.

Elegimos sorprender a nuestra pareja con una cena Tailandesa a la luz de las velas, cuando llega a casa del trabajo; lo escuchamos contarnos sobre su día incluso, cuando el nuestro nos dejó en pedazos.

Le contamos nuestras preocupaciones, y necesidades a pesar de que somos vulnerables y tenemos miedo al rechazo.

Decidimos nutrir la relación, incluso cuando se vuelve exigente continuar, y contemplamos rendirnos. Desarrollamos gradualmente un sentido de respeto por nuestra pareja que finalmente se convierte en amor. El amor es una decisión.

Dicho esto, a continuación se encuentran los 5 mejores ejemplos que ilustran la diferencia entre amar a alguien y estar enamorado de esa persona.

1. Estar “enamorado” significa que te sientes atraído por el otro; amarlos no requiere, necesariamente eso.

Cuando estás “enamorado”, te sientes atraído por la otra persona, sexual o románticamente, los miras y quieres acercarte; es un imán más fuerte que tu voluntad. Y con esa atracción va tu enfoque. Te cuesta pensar en otra cosa, el mundo se paraliza, mientras «el corazón» se acelera cada vez que entra en la habitación.

Tu atracción por ellos es un juego de postas que atraviesan tu físico, tu mente, y tus emociones.  

Por el contrario, amar a alguien no requiere atracción romántica ni sexual. Puedes amar a alguien sin sentirte atraído por él. 

2. Estás “enamorado” de una versión idealizada del otro; el amor se trata de la persona real.

Estar enamorado te ciega a las faltas del otro, incluso aquellas que preocupan a las personas que se preocupan por ti. Si alguien te advierte sobre el «objeto» de tu enamoramiento, te apresuras a defenderlo. 

Pero cuando amas a alguien, ves a la persona en su totalidad, con defectos y todo lo que viene después. También puedes sentir una atracción, pero ya no te ciegas a sus debilidades, tampoco tratas de esconder tu verdadero yo, de ellos. El amor tiene suficiente espacio para la persona completa. 

3. Estar “enamorado” es volar emocionalmente; el amor te pone en tierra firme.

Mientras estás “enamorado”, estás en una montaña rusa emocional, cuando todo va bien, estás en las nubes, extasiado e invencible; pero cuando el subidón químico ha pasado, la sensación de estar enamorado puede desaparecer junto con él, y pasas de la sonrisa de la montaña, al tren fantasma, no siempre, relax… 

El amor es más profundo que la atracción. Cuando amas a alguien, te preocupas más por su estado emocional y bienestar. Tu amor los conecta a ambos y despeja la niebla. 

4. Estar “enamorado” se trata de propiedad; amar conduce al crecimiento

Las parejas que están enamoradas sienten que usan un lenguaje como «mío», «de ella» o «de él» para indicar propiedad. 

• «Él, es todo mío«.
• «Esa es mi chica.» 
• «Soy todo tuyo.»

Si algo amenaza esa propiedad, es probable que uno de los dos se sienta celoso o posesivo; sin embargo, cuando amas a alguien, no necesitas referirte a él como «mío» o identificarte como «él», «ella» o «suyo»; te preocupas más por fortalecer la relación y crecer juntos. 

Por supuesto, si alguien invade esa relación, y amenaza su vínculo, no lo tomarás a la ligera, pero no actúas como si fueras el dueño de la persona con la que estás. 

5. Estar enamorado es querer a alguien; amarlos es querer lo mejor para ellos.

Cuando estás “enamorado”, deseas a la otra persona con una urgencia egocéntrica. Disfrutas el querer, especialmente cuando te quieren de vuelta; quieres incluirlos en cada parte de tu vida; quieres su compañía, su atención, su sonrisa.

Se siente como si nunca en tu vida hubieras deseado tanto a alguien. Lo consume todo. 

Por otro lado, cuando amas a alguien, quieres lo mejor para ellos, incluso si no te aman. 

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